Hace tres días desde que tuve la experiencia cuasi religiosa (mística) de volver a montar en autobús!. Si , yo misma, la que me secaba el pelo con las toberas del climatizador del coche. El Conductor trazaba unas tangentes en las rotondas que templaba el basto!. He llegado asustada y mareada, que aventura!. Pero, a la fuerza ahorcan y como ando sin buga (coche) pues eso, sigo utilizando el medio. Ayer llegué a la parada al mismo tiempo que el autobusero y pensé “ que control tengo y eso que solo llevo un día!”. Al medio día me vine andando (son unos 5 kms), pero hacía bueno, aunque en la rotondas me jugaba el físico porque no hay carriles de peatones. Esta mañana he perdido mi autobús (a la porra el control, ajusto demasiado!), pero bueno el siguiente a llegado pronto. Pensé que era bueno llevarse un libro para leer y heme ahí con un libro en la mano, pero no encontré asiento, así leyendo desde de pie (me daban ganas de leer en voz alta (jejej)), en los frenazos leía párrafos enteros, y como con una mano sujetaba el libro, y con la otra me agarraba para no caerme pues ahí andaba girándome para un sitio y para otro. Ha habido un momento, que he pensado en serio, que el tipo del autobús quería tirarme al suelo…pero se le ha dado mal, jejej. Bueno confieso que ayer en una de mis idas y venidas en autobús, se sentó a mi lado una chica guapísima, me sorprendió porque había sitios vacios cerca… yo me quedé turbada y mantuve la vista fija en el frente… En fin, que al final me he comprado un Bono-bus
continuará